Dynamite Baits

22 noviembre, 2021 | Carpa | Artículos | Novedades

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Recientemente me dispuse a echar un fin de semana en un embalse local que llevaba un par de años sin visitar. Llegué al amanecer y el lago parecía una balsa de aceite, el agua estaba totalmente parada. Podía visualizar una gran parte del pantano y casi no se apreciaba actividad en la superficie; solo algunos saltos dispersos y aislados.

Aún no ha hecho el frío típico de estas fechas y unido a la escasez de lluvias han provocado que se haya retrasado la berrea por lo que me encontraba en medio de sierra morena inmerso en una de las épocas más bellas.

Este año ha fluctuado mucho el nivel del lago y hace unos días se ha producido una bajada brusca del nivel de agua lo que ha propiciado que el inmenso manto de pinillo haya quedado fuera. Ahora puedes disfrutar de cada picada sin necesidad de forzar al pez y sin miedo a perderlo e incluso dañarlo. En épocas anteriores, los peces tenían la boca destrozada y fue éste el motivo por el que dejé de ir. Ahora, en cambio, todos lucen una boca con algunas cicatrices pero totalmente curadas.

Una vez elegí el lugar para posicionar las cañas me dispuse a reconocer el terreno bajo el agua. Sondeo intenso y decido cambiar de zona ya que encontré grandes montículos de rocas de granito que rozan las líneas y enganchan los montajes. Me desplacé un poco a la izquierda y consigo marcar un par de puntos limpios y sin cieno. Sigo sondeando para asegurarme de que no hay puntos negros donde pueda perder un pez o en su defecto tenerlos localizados para evitar que el pez se dirija en él.

En casa hice una mezcla de micropellets de varias medidas, semillas&partículas y boilies de Squid&Octopus, todo ello remojado con Squid Liver Baits Dip y un buen chorreón de Liquid Attractant de Squid&Octopus. Me encanta que todos los componentes del cebado absorban los líquidos añadidos, de esta forma conseguimos un cebadero super atrayente con poca cantidad. Si lo remojamos sobre la marcha, por norma general, los cebos libres solo añaden los líquidos atractores sobre su capa superficial y ésta es lavada rápidamente, a veces desaparece durante el descenso hasta el lecho del lago por lo que es un dinero mal gastado e invertido.

Por otro lado, también hice en casa mi mezcla favorita para las mallas de PVA a base de boilies triturados, engodo de marine halibut, betaina, amino y krill a partes iguales, todo ello remojado con brasen, aceite de halibut y Liquid Attractant de Squid&Octopus. Para finalizar le doy mi toque personal añadiendo dos latas de atún en aceite vegetal.

Bien, pues después de montar el equipo, cebar la zona y posicionar mis montajes, me dispuse a terminar de acomodar mi estancia para la noche armando el bivvy, bedchair y toda la parafernalia que llevamos los pescadores de carpfishing.

Era un día soleado, se podría decir que incluso caluroso para ser noviembre. Nada de viento y el agua como un cristal. Pasaba la mañana cuando una mamá con sus dos cervatillos vino a visitarme y los invité a unos trozos de pan.

El día transcurría sin pena ni gloria; los peces no daban la cara. Disfrutaba de un bonito día de otoño observando como caían las hojas de los árboles al mismo tiempo que las bellotas de las encinas.

Tras la caída del sol llegó la primera picada. Sin prisa pero sin pausa llevé hasta la sacadera un bonita común que abrió el marcador. Un par de cohetes con cebos libres para acompañar mi ngaño junto una malla de PVA.

Una hora más tarde, otra picada, esta vez una royalita. Vuelvo a cebar y a recolocar mi montaje.

Era una noche estrellada con la luna casi en su máximo esplendor y viviendo la sierra en plena berrea. Por si no fuera poco, las picadas no cesaban e incluso vi el amanecer luchando un pez, qué más se puede pedir?

Sobre las 10 de la mañana, cuando el sol empezaba a levantar, cesaron las picadas y cerré el marcador con esta preciosidad.

En total fueron 12 peces sobre la moqueta en una sesión de locura.

Me gustaría añadir que no te debes obsesionar con el tamaño de las carpas, tengo muchos peces grandes a mis espaldas y te puedo asegurar que esa noche disfruté como un niño pequeño. Sal a pescar, déjate envolver por el entorno y disfruta de cada pez como si fuera el último.

Nos vemos por las orillas!

Frank Granados

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